No vamos para adelante, sino que…
regresamos para atrás. Ahí estaba Marte… y Venus…
y Júpiter… ¿cómo? ¿por qué?... ¡Quién sabe!, pero…
ahí estaban esos Mundos. ¡Sí!, ahí estaban.
Llegaron a lo máximo. Y aún Saturno el poderoso
el que fue mucho, pero… ¡Murió!
En todos hubo vida… y progreso…
y todo lo mejor, pero… ¡ya todo terminó!
Sólo queda la Tierra, y… se está acabando;
únicamente ella tiene vida, pero… está menguando
su potencia. Su eje se tambalea
y su vitalidad se extingue poco a poco.
Ya su aire huele a humo. Y su verdor vuelve gris.
Sus hombres pierden vigor y energía, porque…
la tecnología, está acabando con su cerebro.
No vamos para adelante, sino que…
regresamos para atrás; vamos llegando al final;
se acerca el Apocalipsis, y queda sólo esa fuerza
que todos llamamos Dios.
Prof.. Eladio Alvarado Ávila
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