Alguien me dijo: ¿quién es Dios?, y yo le digo: si tú no sabes quién eres ¿cómo quieres saber quién es Dios? y luego dijo: ¿en dónde está?; y yo le digo: está en ti, en mí, en el cielo en la Tierra y en todo lugar.
Otro dijo: Dios no es persona ¡Dios no existe!; y yo le digo: si tú eres persona y existes ¿por qué no ha de existir Dios?
Uno más dijo: ¿por qué no podemos ver a Dios? Yo le respondo: Dios está en tu corazón y en tu sangre, porque Dios es tu cuerpo; y si tus ojos no lo ven, es porque tú no lo quieres ver.
Y otro más aseveró: ¡Dios es amor!; y yo le digo: no sólo es amor, también es odio; Y es lo bueno y es lo malo; porque Dios es el hombre, como también es la bestia, y las aves y es el mar y es la montaña; es el óvulo de la hembra y es el esperma del macho.
Dios es el ave que vuela, es el pájaro que canta: es la flor de bellos colores y deliciosa fragancia. Dios es el niño que llora en la cuna, y es el anciano que yace en la tumba. Dios es el aire que respiramos, porque el aire da vida, y la vida es Dios. Dios es la lucha del ser humano, del que sufre y del que goza, del que llora y del que ríe, del sabio y del ignorante. Si no sientes tú la presencia, del Dios que llevas contigo, es porque te falta la fe y careces de conciencia, sufrirás sin duda alguna y ese será tu castigo.
Yo sí siento a Dios, está conmigo, es la imagen de Jesús que tengo en mi cabecera, con quien platico en las noches, del misterio de la vida. Dios es y está en el Universo, es el todo y es la nada, porque está por dentro como está por fuera. Dios es la vida y la muerte, es la luz y las tinieblas.
Ya lo dicho, dicho está, falta oírlo; y para entenderlo bien, aunque parezca blasfemia, Dios es pues también, el perro de mi vecina que no me deja dormir.
Y, finalmente, alguien dijo: palabras y más palabras, son las verdades del hombre que creé conocerlo todo, pero le falta saber la principal ley de Dios, que es amar a sus hermanos, como es amarse a sí mismo. Y, sólo digo al terminar, lo que yo pienso que es Dios y también en donde está. Y repito las palabras que dice el cura al rezar, en la homilía del domingo: i Esta es palabra de Dios!
Prof.. Eladio Alvarado Ávila
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