La vida es dulce. Ponla en una taza con un poco de café con crema, y tómatela con un pastelito a las 12 del día, en compañía de un amigo, en una mesa del portal del zócalo.
¡SONRÍE!. Siempre sonríe a todas las personas con las que trates. Con una sonrisa estás dando amor. El orgullo, envidia y egoísmo, perjudican la salud y las buenas relaciones entre semejantes. La sonrisa da felicidad al cuerpo y alma. Dala a otros: ¡SONRÍE!.
No te preocupes mucho por el “qué dirán”. Tus acciones y tus palabras deben ser sinceras; aunque, algunos te tomen por tonto o “payazo”. No finjas humildad. Sé valiente, y hasta cierto punto, “conchudo”.
No perjudiques tu salud fumando o tomando droga alguna, ¡no seas tonto!. Piensa siempre en lo positivo. El aseo en tu persona conserva tu salud y deja buena impresión ante las personas que trates. Se moderado en tu forma de hablar, para no cometer imprudencias. Pide a Dios por el éxito de tus actividades físicas y morales. Haz todo esto para tu “Buen Vivir”.
Hoy, y todos los días, al regresar a casa para comer en familia, dales un beso en la mejilla a cada uno de los que componen tu familia. Así, estarás dando amor y Dios bendecirá tu hogar, por vivir bajo sus leyes.
No te amilanes ni te acongojes por tus problemas de salud y de negocios; porque, todos tarde o temprano, tienen solución. Ten fe en Dios, y no desesperes porque entorpecerás el ritmo de solución.
No debes burlarte ni criticar la forma de ser de los ancianos y de la juventud. Cada uno tiene sus razones. El anciano adquiere experiencias, pero pierde capacidades. Los jóvenes tienen inquietudes, pero carecen de experiencias. Considera las razones de ambos, y no les des consejos según tu parecer, porque muchas veces, éstos, perjudican.
En todas tus pláticas, no debes conversar con sarcasmos, porque eso demuestra falta de educación. Sé sincero en tus apreciaciones sin hacer burla molestando el parecer de otros. Si algo no lo comprendes bien, mejor calla, y no des tu opinión.
Cuando más penas y dificultades tengas en tus actividades, deberás soportarlas con prudencia; pues así, más experiencias tendrás. ¿Qué objeto tendría la vida si todo fuera fácil?. La vida es movimiento, acción, fuerza, vigor. La evolución requiere de sacrificios, porque esa es la voluntad de Dios.
Cada quien, según su edad, tiene sus propias experiencias. No critiques las de los demás. Si crees que las tuyas son las mejores, aplícalas. Pero, toma en cuenta las de otros y no las desprecies. Todas tienen su valor.
Si sufres de alguna enfermedad, y ni aún las medicinas te quitan el dolor, se prudente con resignación, y da gracias a Dios, porque tu dolor puede ser menor, al de otros enfermos que sufren mucho más que tú.
“Mente sana en cuerpo sano”, dice el proverbio. Cuida tu salud; evita los excesos en el comer y el tomar. El estómago le da vida al cuerpo. Vivimos porque comemos y respiramos. Una vida ordenada nos da felicidad verdadera. No la felicidad ficticia que sólo dura unos momentos. ¡Cuida tu salud!. Todo exceso perjudica.
No tengas miedo a morirte. Piensa, ¿cuántos seres igual a ti, mueren diariamente en todo el mundo?; y, ¿cuántos han muerto al correr de los siglos? Nacimos para morir, esa es la ley de la vida y la evolución. Todo es voluntad Divina. Todas las cosas suceden a tiempo, ni antes ni después. Vive feliz este día, dándole gracias a Dios.
AYER, HOY Y MAÑANA
Ayer, ya pasó. Hoy, no debes vivir de recuerdos; buenos o malos ¡olvídalos!. Vive feliz este día, con buenos pensamientos y ocupaciones sanas. Ama a tus semejantes y no hagas cosas malas… Mañana, Dios dirá.Profr. Eladio Alvarado Ávila
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