Un reto a la vida (parte 5)

Dominio de los 5 sentidos

     LA VISTA.- En la lección anterior se habló del sentido de la vista. Ahora haremos un ejercicio de la “fotografía mental”por medio de la vista. Caminando por la calle pasa por donde haya un aparador, y sin que te detengas, mira su contenido y detente adelante; piensa: “hay varios frasquitos de cristal; unos cuadritos tienen fotografías; dos macetitas con flores azules; una cadenita con un crucifijo… no recuerdo más”. Ahora, regresa un poco despacio pero sin pararte, y rectifica lo que viste agregando algo que te faltó: unas figuritas de mármol…etc. etc.- Sigue tu camino y ahora ves en la esquina de la calle, pasar un taxi detrás de un carro azul. Una señora gorda está parada viendo a la izquierda; detiene en la mano derecha a una niña vestidita de blanco. Un señor carga una caja de cartón… sigue caminando y reproduce esa vista mentalmente. Verás todo de nuevo, como si fuera una fotografía. Otro ejercicio es así: dirige tu mirada hacia cualquier lado, abre y cierra los ojos rápidamente; ahora, ciérralos un momento y mira en tu mente “la foto instantánea que acaba de tomar”.

     EL OIDO.-  Principia por oír el silencio. En un lugar sin ruidos, por ejemplo tu recámara a la hora de dormir, si pones atención, oirás un ligero zumbido. Ese es el silencio. Agudiza tu oído y distinguirás a  lo lejos, apenas perceptible, el sonar de un claxon, el llanto de un niño, la aceleración de un carro, el ladrido de un perro… todo esto lo oirás en el silencio; apenas si puedes escucharlo, pero muy lejos. Y, en donde haya mucho ruido, también pon atención a todo lo que oigas: “dos muchachos pasaron a tu lado y oíste lo que le dijo uno al otro. Esta señora pisa muy fuerte; se oye el ruido de un avión, etc., etc..” Si te presentan a una persona, escucha su tono de voz, cómo se ríe, cómo se despide; su ruido al caminar; etc.,etc. En todo momento acostúmbrate a oír, poniendo mucha atención.

     EL TACTO.- Sobre este sentido del tacto, ya mencionamos algo, únicamente agrego que el sentido del tacto, no es únicamente en las manos, sino de todo el cuerpo. Tus pies sienten perfectamente dónde pisas. Con las asentaderas, sientes si está blandito tu asiento. Con los codos te abres camino entre la gente; y en fin, todo tu cuerpo tiene el sentido del tacto. Fíjate en una persona ciega; con sus dedos saben el valor de las monedas; y tienen libros y relojes que leen con las yemas de sus dedos.- - Te recomiendo el siguiente ejercicio. Proponte una mañana, por ejemplo un domingo que puedes levantarte tarde. Trata de no abrir los ojos y a ciegas vístete; sabes bien donde están tus cosas y ropa, porque lo haces todas las mañanas, así que, vístete a ciegas aunque te tardes; y si quieres, da unos pasos en tu habitación. Un ejercicio parecido, hazlo; se desarrollará tu sentido del tacto.

      EL GUSTO.- Comemos por necesidad y porque nos gusta, pero hay algunos que comen nada más por costumbre. Se come para poder vivir dándole fuerza a nuestro cuerpo; pero, debemos saborear, comer despacio, masticar bien para que sea más el deleite. Toma, por ejemplo, una manzana; dale la mordida y piensa que el jugo de esta fruta, además de ser tan delicioso, va a fortificar tu organismo para que puedas vivir sano. - Comer con demasía, suculentos manjares, hacen daño al organismo. Come poca carne, o cualquier forma de alimento, aunque esté muy condimentado; pero, hazlo con moderación y masticándolo bien para que no te dañe. No abuses presumiend, que eres el “gran comelón”; eso te perjudica. Dale gusto al paladar, pero moderadamente. Prefiere comer frutas y verduras; pero, tampoco abuses; el cuerpo necesita de todo alimento.

      EL OLFATO.- Creo que este es el sentido que más descuidamos, pues únicamente cuando el olor es muy fuerte, es cuando lo notamos. Pero, todo tiene olor: el de la máquina de escribir; la computadora, el papel, el lápiz, el libro… todo, todo lo que nos rodea, tiene olor; las personas, los animales y hasta el aire en cualquier lugar. El sentido del olfato es el más débil porque lo descuidamos. No sabemos oler, sino únicamente lo “fuerte”; no te conformes con eso, ¡aprende a oler, asea tus fosas nasales!

       Hasta aquí, te he dicho cómo puedes desarrollar tus cinco sentidos. Cuando les des esa fuerza que necesitan para servirte, entonces, poco a poco irás “sintiendo” que tienes otro sentido: “el sexto”. Y, ese sexto sentido te hará ser adivino; porque, entre otras cosas, alguna vez dirás, para sorpresa de quienes estén contigo: “Ya llegó la señora Marta, va a tocar el timbre de la puerta, y trae un pastel de chocolate”. ¿Cómo fue que lo “adivinaste”? , sencillamente, antes de tocar, reconociste el ruido de sus pasos; oliste el perfume que siempre se pone y el olor del pastel de chocolate; que, sabiendo que hay fiesta, lo trae para el festejado. - - Este fue un ejemplo, pero hay muchas formas para que te des cuenta del poder de tus cinco sentidos desarrollados.