El poder de observación
Muchos grandes científicos deben sus éxitos al Poder de Observación. También hay quienes tienen este don como cosa propia; así por ejemplo, los niños a quienes les sorprenden algunos hechos que no conocen, los graban en su memoria involuntariamente. Asimismo, existen personas quienes observan por simple curiosidad: la forma de vestir, de hablar, de caminar, etc., etc., de algunas personas; y agudizan, inconscientemente, su poder de observación. Así como los niños que ponen atención a lo que no conocen, y preguntan “por qué”, así mismo tú, y todos, debemos seguirnos haciendo estas preguntas: ¿por qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿cómo? ¿quién? etc. etc.. Eso es observación analítica, no de crítica, y debemos esforzar a la mente a adquirir este don de gran valor científico.
Como ejemplo, haz el siguiente ejercicio; y después, otros según la ocasión. Cuando entres a alguna oficina, y tengas que esperar para que te atiendan; mientras estás sentado, observa y piensa en lo siguiente: “esta oficina mide 6 metros de fondo y 4 de frente, su techo es enyesado de color azul; tiene tres lámparas, una al fondo y las otras a cada lado; en las paredes hay papel tapiz florado; su piso es de loseta amarilla jaspeada. Al fondo hay un escritorio, tiene una computadora, que está atendiendo una secretaria muy bonita; se ve una puerta al fondo que dice “privado” con letra dorada… etc.” Y así, fíjate en cada detalle. Te aseguro que nunca se te olvidará ese lugar. Hazlo y te sorprenderás tú mismo, de tu poder de observación.
Otro ejemplo analítico: toma una revista y observa detenidamente todos los detalles de una fotografía: “ésta fue tomada en otoño por el mes de octubre o noviembre, pues se ven hojas secas en el piso, la sombra del árbol indica que eran como las 6 de la tarde, ya que un grupo de ganado está entrando a un corral; hace mucho aire, pues la falda y pelo de la niña está levantada; y, no tarda en llover, las nubes son negras y espesas, etc. etc.”.
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