Uno de los motivos que ocasionan la contaminación del ambiente, quizá el más peligroso por imprescindible , es la basura que produce el ser humano diariamente, por miles de toneladas,a causa del consumo de alimentos.
Este problema se puede solucionar muy fácil: dejando de comer. Parece chusco decirlo ya que es indispensable “comer”, para poder subsistir. Pero, la ciencia puede inventar comida por cápsulas y líquidos, como por ejemplo, el suero que usan los médicos como alimento a los enfermos.
Privarse de saborear un jugoso bistec, a cambio de unas pildoritas, sería una “tremenda tragedia” para los comelones, pero el olfato tiene más fuerza que el sabor; podríamos sólo oler, para satisfacer nuestra glotonería, todo es cosa de costumbre. Siempre es bueno sacrificarse por algo, para obtener resultados benéficos, como sería en este caso. El gusto por la comida, quita al hombre la oportunidad de progresar física, mental y aún espiritualmente.
El ser humano, ahora, nada más vive para comer. Desde que Dios le dijo a Adán: “comerás el pan con el sudor de tu frente”, siempre estamos deseando saborear suculentos manjares para satisfacer nuestro sentido del gusto, sin tomar en cuenta la sana alimentación del cuerpo. Y así como perdimos la cola de los animales irracionales, así podríamos ir perdiendo la dentadura, dejando sólo la lengua que nos sirve para hablar y entenderse entre seres racionales.
Ya es bueno que nos demos cuenta que los tiempos cambian con la evolución de la vida, y que los mitos como el de Adán, no es sudar para poder comer, sino “alimentarse” para darle salud y vitalidad al cuerpo. Debemos aprender a alimentarnos, y dejando de comer obtendríamos los siguientes resultados: Se enfermará menos el cuerpo, porque, algunas comidas dañan al organismo, bien por sus componentes o por su abundancia; tendremos menos desechos orgánicos por el mínimo trabajo estomacal, se usará menos papel higiénico, servilletas de papel… y se gastará menos agua por el lavado de trastos; se evitará la pérdida de tiempo a comensales y empleados en los “banquetes” y comidas en general; no habrá basura por envases de leche, aceite y toda clase de comida envasada, no se originarán cáscaras, huesos, podredumbres; los mercados se acabarán y los , placeros trabajarán en algo de mayor provecho. No se matarán animales para preparar comida, obteniendo menos desechos por tablajeros; la gente trabajará en cosas más importantes que producir comida, tanto en el campo como en industrias que utilizan materiales como papel, cartón, madera, lata, los plásticos que tanto perjudican y tantos otros desechables que se reducen a basura, pero muy necesarios para transportarse.
Para no seguir enumerando cada artículo y demás productos de consumo alimenticio, dejo al lector pensar en todo lo que se necesita para comer, y verá que la cantidad producida por este concepto es pura basura. Toneladas y toneladas diarias que se consigue por la necesidad de comer.
Por eso, si nos alimentamos con cápsulas y pastillas vitamínicas con olores deliciosos, dejaremos de producir basura y evitaremos en mucho la contaminación del ambiente, y, sin duda, en cuerpo sano habrá mente sana; y nuestro amor al prójimo nos hará volver al Paraíso Terrenal, que por golosos lo perdieron Adán y Eva, al comerse la manzana del árbol de la sabiduría.
Prof. Eladio Alvarado Ávila
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