Literatura y fotografía.

Director: Profr. Eladio Alvarado Ávila.

Tel. 235 26 56, Cel. 044 22 25 23 31 46

E-mail: expedi_alvaa@hotmail.com

http://el-expediente-de-puebla.blogspot.com

Puebla, Pue. México.

martes, 11 de enero de 2011

Reflexiones


EL BESO ES AMOR
      Dios hizo a Adán de Barro; lo modeló a su imagen y semejanza; y para darle vida, lo acercó a sus labios y con un beso, le dio aliento. Y, en ese beso, la chispa divina de amor. El beso lo inventó Dios, y desde entonces, no únicamente el ser humano, sino aún las aves y los demás seres vivientes, saben besar para demostrarse amor. Con un  beso se nace, y con  un beso se muere. La alegría por el ser que llega, nos llena de regocijo, y con un beso en él, depositamos nuestro amor. Cuando un ser querido nos es arrebatado por la muerte, con un beso de amor lo despedimos.
      Amar y ser amado, es la más sublime ilusión en nuestra vida, y para satisfacer este deseo, no hay mejor acción que,  acatar la voluntad de nuestro Señor Jesucristo: "Amaos los unos  a los otros".

MI  REMORDIMIENTO

      Mamá, estoy llorando; tengo en mis manos unas cartas que tú me escribiste hace muchos años, y las estoy leyendo. Recuerdo con gran remordimiento lo que te hice sufrir cuando era joven. Quiero pedirle a Dios, que a tu memoria, esas palabras que tú dirigiste a mí, hace mucho tiempo, hoy sean oídas por los jóvenes actuales, para que no hagan sufrir a su mamá.
      Reproduzco algunas de tus palabras, tal y como las estoy leyendo con lágrimas en los  ojos. Sin corrección alguna, así como salieron de tu sufrido corazón de madre abnegada:
      "Mi querido hijo Lalito. Sin ninguna tuya a qué referirme, te escribo ésta, y con gran tristeza, veo que es en vano suplicarte que me escribas una vez por semana. Me causo mucha pena, ver que no te acordaste de el día de mi cumpleaños, como otras veces lo has hecho; en vano esperé al cartero ese día, pues estaba segura que lo harías, hasta se lo aseguré a tus hermanos, pero, triste desengaño el mío ... "
      "Mi nunca olvidado hijo. No sé por qué te has vuelto tan ingrato conmigo; tus hermanos me escriben,  menos tú; y nada me cuentas de tu vida. Antes eras el más cariñoso, y ahora, el más indiferente. Quizá me guardes rencor, porque recuerdo  todo lo que te dije, en tu última parranda en ésta; pero, si lo hice así, fue con el  fin de hacerte un bien; mis sentimientos nunca los comprenderán, una madre busca todos los medíos para retirar a sus hijos del peligro y verlos felices; en mi vida sólo ha habido un cariño muy grande para mis hijos...”
      ''Mi querido Lalito. Hijo, no te sientas por lo que te voy a decir, pero,  a ti  te tengo mucha desconfianza, porque, como careces de fuerza de voluntad para dejar de tomar, cuando ya te sientes atarantado, eres muy caprichudo. Siempre tú me has hecho la vida muy pesada, y he pasado ratos terribles de angustia, por tus malvadas parrandas. Cómo recuerdo las palabras de tu padre, que me dijo una vez que llegaste noche, y estaba dispuesto a darte unos azotes; yo te defendí, y hasta nos disgustamos; él me dijo, comprendo que quieras mucho a Lalo, ojalá no te pese más tarde... "
      "Mi querido hijo. Acabo de recibir tu cartita, que ya bastante la deseaba; pues, ya sabes cómo soy, me pongo que nada me consuela, y de un humor que ni yo sola me aguanto,  cuando tardas en escribirme y no se de ti; quiero que me pongas al corriente de todo para estar un poco tranquila. Tenía alboroto de estar en ésa, el día de las madres, y más que dices que vas a estar libre, pero no se pudo, por falta de dinero... "
      "Querido Lalito. Por vida tuya, no te pongas de malas con nosotros; en parte comprendo que tienes razón, y quisiera yo no ser una carga para ti. Recuerdo que un día me dijiste, que si te habías emborrachado era porque yo no comprendía lo que sufrías; eso fue, cuando cerraste la lonchería. Pues poco me conocen, yo sufría quizá más que tú, pero en silencio y te consideraba en lo más profundo de mi alma, aunque sin demostrarlo. Lalito, no tomes mucho a pecho mis lamentos, el amor a mis hijos me hace ser inconsecuente. Adiós hijo, tu mamá que te quiere mucho. María."
      ¡MUCHACHOS ADOLESCENTES! ¡Un viejo de 80 años está llorando de remordimiento!. Sean buenos con su mamá, compréndala, no la hagan sufrir, porque… se paga muy duro
                                                 Profr. Eladio Alvarado Ávila.

No hay comentarios:

Publicar un comentario