Literatura y fotografía.

Director: Profr. Eladio Alvarado Ávila.

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Puebla, Pue. México.

lunes, 31 de enero de 2011

Fotos de Puebla antigua

 
XV años de la hija de Don Julián Cacho, están Manuel S. Pontón y Don José Veana.

Grupo de damas del Centro Mexicano Libanés en el Merendero Antiguo, es el año de 1949.

Materialización del pensamiento


      Dios materializó su pensamiento y dijo: hágase el Universo, y el universo se hizo; hágase  la luz, y la luz se hizo. Y con el pensamiento formó el cielo, la Tierra, el mar, la vegetación y todo ser viviente.
      Muchos misterios serán comprendidos cuando se pueda, con facilidad, materializar el pensamiento. Se han visto ya muchos casos de materialización de pensamiento, pero estos han sido tomados por un milagro, y un milagro es el hecho que, no teniendo una explicación lógica, y viéndose como cosa extraordinaria, se le da el nombre de milagro.
      La materialización del pensamiento ya se explica más fácilmente, en el magnetismo. Así como cuando Jesús, poniendo su mano sobre la cabeza del enfermo, lo curaba. Con esto, hacía un milagro. Y efectivamente era eso, pues no se sabía el motivo de haber curado, con el simple hecho de haber puesto la mano sobre la cabeza. Y, en realidad, era un acto de materialización de pensamiento. Consistía en un pase magnético, cargado de un potente pensamiento de curación; que, materializándose, obraba en el cuerpo del enfermo, destituyendo a los átomos malos, por los átomos buenos de salud. Esto se ve palpablemente, en los efectos de la medicina de patente; pero, en este caso, hay necesidad de la materia en bruto, por decirlo así, y no basándose únicamente en el pensamiento como materia sutil.
      Otra forma más clara de la materialización de pensamiento, es el hipnotismo Y antes de que Antonio Mesmer lo descubriera, ya se hacía uso de esta fuerza; y a los que la operaban, se les llamaba brujos. El principal motivo para el desarrollo de ésta fuerza misteriosa, que hace posible la materialización del pensamiento, es la voluntad: ¡firme!, ¡Inquebrantable!.
       Se ha sabido de casos en los que gente inculta, y sin ningún conocimiento de esta ciencia; han producido “encantamientos”, enfermedades y aún han provocado la muerte, por fuerte sugestión a otras personas; y esto ha sido porque, en medio de su ignorancia, piensan y creen firmemente y sin ninguna duda, por falta de conocimiento cabal, que pueden hacer un bien o un mal, y ese pensamiento rudo se hace potente, mismo que, operando en un cerebro débil, hace su efecto.
      Estos ejemplos pues, nos enseñan que hay una fuerza invisible, que materializa los pensamientos; o en otros términos más comprensibles, que hacen realidad un deseo. Esta fuerza llamada misteriosa, no tiene nada de misterio, es la fuerza del pensamiento; y en una forma más clara, se explica fácilmente como ya quedó dicho: ¡Querer y hacer!. Por ejemplo, si alguien quiere ser rico y trabaja arduamente, y no aparta su pensamiento de su propósito, al fin se realiza su deseo.
       Ahora, en una forma más delicada, su explicación también es muy sencilla, y se norma en las sabias palabras de que: "lo que es en lo grande es en lo pequeño". Todo, desde el universo que es lo más grande que conocemos, hasta el átomo que es lo más pequeño; aunque, entre paréntesis, yo opino que nuestro universo es muy pequeño y que el átomo está todavía muy grande. Pero, sin que nos salgamos de lo que hasta ahora la ciencia tiene descubierto, pongamos al universo como lo más grande y al átomo como lo más pequeño. Estas fuerzas están en constante movimiento; y si lo que es en lo pequeño es en lo grande, entonces, en cada uno de los millones de átomos que componen nuestro cuerpo hay vida, y como estos nos pertenecen, están sujetos a nuestra voluntad. Y, para materializar un pensamiento, basta con que carguemos de bastante fuerza a un buen número de éstos, y los mandemos, por nuestra voluntad, a hacer lo que les ordenemos. Y es así como queda materializado el pensamiento.
      Si esto fuera tan fácil de hacerse, como queda aquí dicho, ya estaría resuelto el problema del tema que nos ocupa, y que dice que: "muchos misterios serán comprendidos, cuando se pueda, con facilidad, materializar el pensamiento”. Pero, esto aún no ha sido posible, porque el ritmo de la vida en progreso, aún no lo permite. Es como querer que un niño de 3 años haga lo que un hombre de 33. Todo el universo se rige por un ritmo de evolución, desde el átomo hasta el universo, todo tiene su tiempo de duración para su transformación.
       Vamos a hacer una suposición bastante fantástica, pero que quizá sea una realidad. Nos basaremos en sólo dos cosas, que son las que hacen posible un hecho: "el tiempo y el tamaño". Estas dos cosas unidas hacen una sola, y una vez hecha deja de existir; y por lo mismo, no existe ni el tiempo ni el tamaño. Si comparamos el tiempo que dura el universo, con relación al tamaño del átomo, entonces, habrá átomos que sean y dejen de ser, varios millones de veces en un instante; y si el universo, dentro de sus millones de años de existencia, ha de ser y dejar de ser, los miles de veces que en un instante vive un átomo, entonces, no hay tiempo posible que explique su existencia; y si a esto, agregamos que hay tantos universos como átomos hay en nuestro universo; entonces, la fantasía ya no tiene límites, y siendo así ¿quién iba a dudar que realmente no existiera ni el tiempo ni el tamaño?
      Pero, salgamos de este intermedio de fantasía, y volvamos a lo que decíamos de que: todo se rige por un ritmo de evolución, desde el átomo hasta el universo. Y llegamos a la conclusión de que, sin ir más allá de nuestro planeta, desde el centro de él, hasta donde termina la capa atmosférica, no existe un espacio de la punta de un alfiler, en que no haya miles de millones de átomos, en constante renovación de “vida”; transformaciones que van haciendo el progreso rítmico de todo lo que ”es”.
      Esta gran materia (el mundo), en muy grandes o pequeñas cantidades de átomos, se transforma en instantes, así como otras tardan años para su cambio. Todo esto ya lo sabemos, pero lo decimos para aclarar que, esto que pasa en la materia, también sucede en la fuerza vital que hace que el hombre piense. Entonces, regresando al principio y para terminar diremos que: un pensamiento en acción, sucediéndose una y otra vez con mucha fuerza de voluntad, hacen  un pensamiento materializado. Todas las ciencias están basadas en este principio, la sucesión de hechos que van haciéndose potentes, el ritmo, la vibración, la repetición constante tiene una fuerza increíble, todo es y existe porque se rige por un ritmo universal, desde la rotación de los astros alrededor del sol, hasta el latir de nuestro corazón.
                                                   Prof.. Eladio Alvarado Ávila

Fotos de Puebla antigua

Desiderio Xochitiatzin entregando un dibujo a Enrique Cordero y Torres
El presidente Miguel Alemán, es el año de 1950. Foto del único reportero gráfico Eladio Alvarado Ávila.

viernes, 14 de enero de 2011

El filósofo, el diablo y Dios


¿Qué finalidad tiene la existencia del ser humano sobre la Tierra? Al correr del tiempo, ¿a dónde vamos? Después de dominar la maldad, crear la fe en Dios y el amor entre semejantes; ¿qué sigue? El hombre empezó peleando, y quizá termine amando; y después ... ¡qué!.
       Estas reflexiones se estaba haciendo un filósofo, y dijo: ¿qué es lo bueno y qué es lo malo? Dios es bueno, pero nos hizo ignorantes. El diablo es malo, y quizá platicando con él, sepa realmente qué es lo malo; y así, saber qué es lo bueno, haciendo comparaciones. Trataré de localizarlo para platicar con él. Pero, ¿cómo se llega al infierno? Tal vez con el pensamiento pueda invocarlo. Pero, pensando en su atrevimiento, mejor decidió no hacerlo.
       Haciendo investigaciones, el filósofo supo que a un asesino lo iban a electrocutar; y dijo, éste se va al infierno, ¿cómo haré para seguirlo?. Me pondré en contacto con él telepáticamente. Y así, valiéndose de sus amplios conocimientos exotéricos, el filósofo fue siguiendo al asesino hasta las puertas del infierno.
       Una amplia portada daba acceso al averno, sin ninguna vigilancia. Y, empujado por una fuerza misteriosa, llegó nuestro sabio hombre, ante la presencia del diablo.  -¡Qué quieres!, le dijo colérico y enfadado. -Quiero que me digas si tú sabes, qué es lo malo y qué es lo bueno -¡Lo malo soy yo, y lo bueno no lo conozco!
       -Y… ¿no te gustaría acompañarme para ir a ver a Dios, y podamos  saber qué es lo bueno?-¡Imposible! -dijo el diablo-, Dios no me quiere. –Y… si tú le prometes ya no ser malo, ¿no crees que te perdonaría?  -Eso estaría muy bien, -dijo el diablo-, pues ya me aburrí de esta vida que llevo;  nadie me quiere, todos me odian; y ya no puedo soportar la enorme cantidad de almas que tengo sobre mis espaldas, ¡quiero cambiar de vida o regresar a la nada!. -No desesperes, vamos a ver a Dios.
       La buena intención del filósofo, le abrió las puertas del cielo, y fue muy fácil llegar ante la presencia de Dios. Y gritó Satanás con desesperación y fingida humildad: ¡Ya no quiero ser malo, quiero conocer lo bueno!. Y le dijo Dios: el mal tú lo provocaste desde que existe la vida; no es tan fácil remediarlo. Pero, para mí nada es imposible; si logras que tu maldad desaparezca de entre todos los seres del planeta, te perdonaré y desapareceré el infierno.  -¿Por qué, tú, que formaste todo en el mundo, al hombre lo hiciste ignorante; fue él quien me ayudó a darle fuerza a mi maldad. – Y dijo Dios: al hombre lo hice perfecto y le di libre albedrío para normar sus acciones. Pero, interveniste tú, y lo haz hecho pecador desobedeciendo las virtudes teologales y adquiriendo los pecados capitales.
       Colérico y arrebatadamente, el diablo dijo: fue en vano venir a verte; quieres que haga lo que tú no puedes hacer; mi fuerza es más poderosa que la tuya, y no me importan tus leyes y tus virtudes. Ya regreso a mi reinado con más fuerza para demostrarte mi poder. ¡Vámonos!, le dijo al filósofo, que permaneció callado durante el diálogo, y muy arrepentido de haber hecho contacto con el diablo. Pero, quedó satisfecho, pues pudo conocer la verdad de lo malo y de lo bueno.
       Y el diablo, con su maldad, regresó al infierno a seguir provocando en el ser humano: la degeneración sexual, la drogadicción, el terrorismo, plagio, violación infantil, cáncer, sida... y, mucho odio y falta de amor entre semejantes.  En tanto que el filósofo, se dedicó a observar la maravillosa obra de Dios: en los campos, en las nubes, los ríos, las aves y sus cantos. .. y as í , en todo lo que encierra la madre naturaleza. Y confirmó, que la prudencia es la madre de la ciencia.
                             Prof.. Eladio Alvarado Ávila

Fotos de Puebla antigua

¿Qué estaría pensando?
 Asociación de Periodistas y Escritores de Puebla A. C., fundada en el año de 1985, por Eladio Alvarado Ávila.

El primer comunicador del planeta fué el padre Adán, quién platicó la historia a sus descendientes; y así se siguieron dando informaciones hasta formarse el Antiguo Testamento. Moisés publicó el primer periódico, o sean las lajas sobre las que se grabaron los diez mandamientos dictados por Jehová, informando los designios de Dios.
Jesucristo pregonó la información recibida de su Padre, por medio de sus "reporteros", los doce apóstoles; y más tarde, los "periodistas" San Mateo, San Lucas, San Marcos y San Juan, publicaron los Santos Evangelios de nuestro Señor Jesucristo. Cuatro Santos que con sus escritos hicieron los primeros libros que formaron la enciclopedia titulada "La Biblia".
Profr. Eladio Alvarado Ávila

martes, 11 de enero de 2011

Fotos de Puebla antigua

Restaurant "La Malinche" y comida del grupo Bohemia Poblana.
Antiguo grupo de periodistas en la primera radiodifusora poblana

Reflexiones


EL BESO ES AMOR
      Dios hizo a Adán de Barro; lo modeló a su imagen y semejanza; y para darle vida, lo acercó a sus labios y con un beso, le dio aliento. Y, en ese beso, la chispa divina de amor. El beso lo inventó Dios, y desde entonces, no únicamente el ser humano, sino aún las aves y los demás seres vivientes, saben besar para demostrarse amor. Con un  beso se nace, y con  un beso se muere. La alegría por el ser que llega, nos llena de regocijo, y con un beso en él, depositamos nuestro amor. Cuando un ser querido nos es arrebatado por la muerte, con un beso de amor lo despedimos.
      Amar y ser amado, es la más sublime ilusión en nuestra vida, y para satisfacer este deseo, no hay mejor acción que,  acatar la voluntad de nuestro Señor Jesucristo: "Amaos los unos  a los otros".

MI  REMORDIMIENTO

      Mamá, estoy llorando; tengo en mis manos unas cartas que tú me escribiste hace muchos años, y las estoy leyendo. Recuerdo con gran remordimiento lo que te hice sufrir cuando era joven. Quiero pedirle a Dios, que a tu memoria, esas palabras que tú dirigiste a mí, hace mucho tiempo, hoy sean oídas por los jóvenes actuales, para que no hagan sufrir a su mamá.
      Reproduzco algunas de tus palabras, tal y como las estoy leyendo con lágrimas en los  ojos. Sin corrección alguna, así como salieron de tu sufrido corazón de madre abnegada:
      "Mi querido hijo Lalito. Sin ninguna tuya a qué referirme, te escribo ésta, y con gran tristeza, veo que es en vano suplicarte que me escribas una vez por semana. Me causo mucha pena, ver que no te acordaste de el día de mi cumpleaños, como otras veces lo has hecho; en vano esperé al cartero ese día, pues estaba segura que lo harías, hasta se lo aseguré a tus hermanos, pero, triste desengaño el mío ... "
      "Mi nunca olvidado hijo. No sé por qué te has vuelto tan ingrato conmigo; tus hermanos me escriben,  menos tú; y nada me cuentas de tu vida. Antes eras el más cariñoso, y ahora, el más indiferente. Quizá me guardes rencor, porque recuerdo  todo lo que te dije, en tu última parranda en ésta; pero, si lo hice así, fue con el  fin de hacerte un bien; mis sentimientos nunca los comprenderán, una madre busca todos los medíos para retirar a sus hijos del peligro y verlos felices; en mi vida sólo ha habido un cariño muy grande para mis hijos...”
      ''Mi querido Lalito. Hijo, no te sientas por lo que te voy a decir, pero,  a ti  te tengo mucha desconfianza, porque, como careces de fuerza de voluntad para dejar de tomar, cuando ya te sientes atarantado, eres muy caprichudo. Siempre tú me has hecho la vida muy pesada, y he pasado ratos terribles de angustia, por tus malvadas parrandas. Cómo recuerdo las palabras de tu padre, que me dijo una vez que llegaste noche, y estaba dispuesto a darte unos azotes; yo te defendí, y hasta nos disgustamos; él me dijo, comprendo que quieras mucho a Lalo, ojalá no te pese más tarde... "
      "Mi querido hijo. Acabo de recibir tu cartita, que ya bastante la deseaba; pues, ya sabes cómo soy, me pongo que nada me consuela, y de un humor que ni yo sola me aguanto,  cuando tardas en escribirme y no se de ti; quiero que me pongas al corriente de todo para estar un poco tranquila. Tenía alboroto de estar en ésa, el día de las madres, y más que dices que vas a estar libre, pero no se pudo, por falta de dinero... "
      "Querido Lalito. Por vida tuya, no te pongas de malas con nosotros; en parte comprendo que tienes razón, y quisiera yo no ser una carga para ti. Recuerdo que un día me dijiste, que si te habías emborrachado era porque yo no comprendía lo que sufrías; eso fue, cuando cerraste la lonchería. Pues poco me conocen, yo sufría quizá más que tú, pero en silencio y te consideraba en lo más profundo de mi alma, aunque sin demostrarlo. Lalito, no tomes mucho a pecho mis lamentos, el amor a mis hijos me hace ser inconsecuente. Adiós hijo, tu mamá que te quiere mucho. María."
      ¡MUCHACHOS ADOLESCENTES! ¡Un viejo de 80 años está llorando de remordimiento!. Sean buenos con su mamá, compréndala, no la hagan sufrir, porque… se paga muy duro
                                                 Profr. Eladio Alvarado Ávila.

Fotos de Puebla antigua

Bar "La mascota" en el portal Morelos y la avenida  Juan de Palafox y Mendoza.
El presidente Miguel Alemán y el gobernador Rafael Ávila Camacho

miércoles, 5 de enero de 2011

Un viejo periodista


      Son las seis de la tarde.
Estoy descansando en la silla de mi escritorio.
Aparentemente no pienso en nada.
Me siento quieto, relajado y tranquilo.
Fijo mi vista hacia el Cristo que tengo al frente de mi escritorio
me le quedo viendo cariñosamente; y digo: Señor, ¿qué hago?
Muevo la cabeza, y sonrío por mi ingenua pregunta.
Tomo papel y pluma…escribiré algo, pero… ¡qué!...
Mis temas de crítica y comentarios, se han agotado.
 Ya escribí mucho de lo que pudiera interesar a mis lectores.
Con el tiempo, las costumbres ya son diferentes.
Hablar de política, no me gusta.
Es un tema que ya está muy “choteado”; porque,
únicamente son envidias, egoísmo y ambición por el poder.
De la vida social, ahora la manejan los jóvenes, y la publicidad
en muchas revistas de lujo que circulan gratuitamente.
Escribir sobre filosofía o cultura general, ya lo hice;
mal, porque no soy filósofo ni poeta, pero hice lo que pude
de acuerdo a mis escasos conocimientos literarios.
Entonces, quiero escribir algo, pero no encuentro el tema.
Quité mi vista del papel en blanco. Levanté la cabeza
y me quedé mirando a mi Jesús que tengo al frente.
¿Qué hago, Señor? ¡Aconséjame!
Me pareció ver dibujada en su rostro una leve sonrisa.
Su respuesta fue inmediata y firme:
cerré los ojos e instantáneamente; sobre mi brazo,
y con mi pluma en la mano… me quedé dormido.
                                                  Profr. Eladio Alvarado  Ávila