Dios
es, y está, en el aire que respiramos.
Sin
el aire no hay vida. La vida la da Dios cuando respiramos.
La
respiración es aire, es vida, es Dios y es como el amor:
los
sentimos, pero no los vemos.
A
Dios no lo vemos, porque es una fuerza Divina que va en nuestro corazón,
y
que es el que nos hace tener vida.
Los tres
reinos de la naturaleza: El reino animal, el reino vegetal y el reino mineral;
requieren, forzosamente, de la atmósfera que cubre al mundo (el aire). Y, de
los cuatro elementos que se encierran en la naturaleza, para que haya vida:
aire, tierra, agua y fuego.
El aire es
el soplo Divino con el que Dios le vida al ser humano y al mundo. Al nacer,
Dios nos da la vida material, en la primera respiración. Y al morir, Dios nos
regresa a la vida espiritual, con la última respiración. Porque, Dios es el
aire espiritual, y sin el aire, no hay vida material.
Científicamente, el aire es un fluido que forma la atmósfera de la
Tierra. Es una mezcla gaseosa que se compone de oxígeno, nitrógeno y argón;
éste, es uno de los gases raros del
aire que fue descubierto el año de 1806.
Y,
finalmente, según mi hipótesis, el aire espiritualmente, es un fluido Divino
emanado de Dios, para darle vida al ser humano y al mundo. Porque, Dios es el
Aire, la Vida y el Amor.
Profr. Eladio Alvarado Ávila
D
I O S
A I
R E
V I
D A
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