Señor, te vaya escribir esta carta; pero, no para que la leas Tu, que todo lo sabes, sino, para conocimiento de mis amigos. Y sepan, que así como lo hago yo, pueden hacerlo ellos.
Tú sabes que en mi recámara, a un lado de mi cama, en la pared, está un cuadro de madera, representando la imagen del "Sagrado corazón de Jesús". Tu rostro es divino; y me estás mirando.
Todas las noches platicarnos Tu y yo; y hemos acordado, que ese marco de madera e imagen, eres Tu, pero convertido en un cuerpo palpable. Te veo como materia viviente, así como lo soy yo, y mentalmente te abrazo y te beso, así lo siento yo, porque te quiero mucho.
Entonces, te platico mis experiencias del día, y acontecimientos de familia o extraños. Yo, mirándote a la cara lo hago en voz baja; y Tú, espiritualmente, le das la respuesta a mi conciencia.
Así lo hacemos noche a noche durante 5,10 ó más minutos. Yo, desde luego, te pido que me protejas a mí y toda la familia, y aún a los extraños.
Y, ¿qué platicamos en tantos minutos? En seguida vaya dar dos ejemplos verídicos, para conocimiento de mis lectores, y empiezo así:
Señor, te platico que hoy recibí, por Internet, el siguiente texto: "Mi querido Eladio:
recibí tu información con tono de esquela sobre la desaparición parcial de tu valioso archivo.
Lo lamento mucho, pero al mismo tiempo creo que habrá alguna persona del gobierno municipal o estatal- que abra algún espacio a tu acervo, no creo que prevalezca la inconsciencia para algo tan importante. Te envío un abrazo cariñoso y adelante, tú tienes más cuerda que años." - (Xavier Gutiérrez Téllez).
(Segundo texto:)
ELADIO:
Me dio mucho gusto saber que sigues con la misma energía e inspiración que siempre has reflejado en tus envíos de periódico y qué bueno que te perpetúas con la integración de tu museo tan valioso para que forme parte de la Casa de la Cultura a que te refieres; en hora buena.- Lamento tu situación de salud por lo que hace a tu movilidad, pero sabes que tienes en mi un amigo; dime en qué puedo ayudarte, ya sea que me hables por teléfono o me envíes un correo. - Tu amigo. - (E. Joaquín Briones Amador).
Gracias señor Jesucristo, por darme amigos de corazón superior. Me despido de Ti por esta noche y hasta mañana, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Profr. Eladio Alvarado Ávila
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