En la ciudad de Tehuacán en esa época, solo se contaba para casos de emergencia, con esta curandera. Llegado el momento de dar a luz, se presentaron varios problemas y hubo necesidad de forces toscos, por lo que nací asfixiado; por ciertos conocimientos de la partera, me dió respiración artificial y nos salvamos madre e hijo. Esta fue mi primera lucha por vivir.
Con fecha 3 de diciembre, 43 días después de nacido, fui llevado a la oficina del registro civil. El Juez era un anciano que escribía con letra muy estilizada dando motivo a no poderle mucha atención al contenido de su escritura y él, al no oír bien mi nombre, apuntó EULALIO en vez de ELADIO.
El tiempo transcurrió sin advertir esta equivocación y así quedó asentado en la boleta: Guillermo Eulalio AlvaradoÁvila.
Por circunstancias ignoradas, pasó el tiempo, y no fue sino hasta el día 26 de diciembre de 1922 en que la familia se propuso llevar a efecto la ceremonia de bautizo. Mi tío Profr. Melitón Guzmán, fué mi padrino, quien mandó imprimir en los bolos el siguiente soneto de su inspiración:
ELADIO
¡Sé bueno; sé sabio; sé fuerte!
Orgullo en virtudes cimenta;
grandeza en el bien siempre intenta
y triunfa en la vida y en la muerte.
Insania no llegue a vencerte
ni manche tu nombre la afrenta.
¡Muy alto tu anhelo sustenta
y habrás, por amor, de imponerte!
La vida es encanto o tormento
según que su nave se guíe
en propio o contrario momento.
Sé buen timonel, y sonríe;
tormenta será transitoria...
tras ella está el puerto: ¡La Gloria!
El bautizo estaba programado para ese día a las 6 de la tarde, pero antes, se había invitado a todos los familiares a comer mole poblano; así que, a las 12 del día todo mundo agitado preparaba la comida.
Mi mamá se esmeró en arreglarme y en un descuido me salí a la puerta de la calle, motivo por el cual, una indita de un pueblo llamado Coapan, al ver que nadie me cuidaba, me robó y me fue a esconder a unas ruinas llamadas El Calvario. Al darse cuenta mis padres de mi desaparición , todo Tehuacán, ya que era una población chica, se dió a la tarea de localizarme; y no fue sino hasta las 4 de la tarde, en que un "gendarme" le echó el guante a la indita que ya me llevaba a su pueblo.
El bautizo se efectuó, pero la fiesta resultó sin ánimos, pues todos los parientes estaban contrariados por el incidente. En el periódico "La semana" que se editaba en Tehuacán, con fecha 31 de diciembre de 1922, se publicó la nota de mi desaparición.
¿Qué habría sido de mí si esta indita que me robó, me hubiera escondido en otro pueblo mas lejano y nunca mis padres me hubieran localizado?. Quizá en estos momentos todavía estaría arando la tierra y otro habría sido mi destino.
El bautizo se efectuó, pero la fiesta resultó sin ánimos, pues todos los parientes estaban contrariados por el incidente. En el periódico "La semana" que se editaba en Tehuacán, con fecha 31 de diciembre de 1922, se publicó la nota de mi desaparición.
¿Qué habría sido de mí si esta indita que me robó, me hubiera escondido en otro pueblo mas lejano y nunca mis padres me hubieran localizado?. Quizá en estos momentos todavía estaría arando la tierra y otro habría sido mi destino.