¿Qué es el
hombre? ¿Qué somos los humanos? En la Biblia está escrito que Dios nos hizo a
su imagen y semejanza; entonces, debemos suponer que reunimos las tres formas
de El; o sea: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
Supongo que Dios hijo, es nuestro cuerpo
material; Dios espíritu santo, nuestro cuerpo espiritual, y Dios padre, la
esencia divina que nos hace ser.
Como de lo Divino no podemos hablar, por
falta de conocimientos y purificación espiritual, deduzco que somos únicamente:
cuerpo material y cuerpo espiritual. Mucho hay que decir de estos dos motivos
de nuestro ser; pero, ahora sólo expondré mi idea sobre lo que es el cuerpo
espiritual, también llamado cuerpo astral; y, el cuerpo material o cuerpo
físico.
Para darnos una idea más real de ello,
pongamos nuestra atención a un solo átomo de nuestro cuerpo, y supongamos que
este átomo es doble; uno es visible porque es materia; y el otro, exactamente
igual pero invisible; no se ve, porque es espíritu. En esta misma forma uno y
otro, y otro y todos los millones de átomos que nos componen para formar
nuestro ser.
En tal forma, estamos compuestos de dos
cuerpos, pero uno se ve y el otro no, porque están íntimamente unidos uno a
otro, todos los millones de átomos que forman nuestro cuerpo; y por lo tanto,
somos un hombre invisible metido en otro visible. El cuerpo material es el
único en el que sí creemos, porque lo vemos y lo tocamos.
No obstante que todo el valor se lo damos
a nuestro cuerpo material, el único que vale es el espiritual. Nosotros somos un
espíritu haciendo uso de un cuerpo material, al que nuestro cuerpo espiritual
le da forma y valor en el transcurso de nuestra vida.
Cuando morimos, es cuando los millones de
átomos invisibles se separan de los visibles, y éstos se descomponen y se
transforman en gusanos, y finalmente en tierra. Esto lo sabemos todos porque lo
vemos, pero no lo comprendemos bien, porque creemos que somos únicamente materia, y
no le damos importancia al espíritu, que es lo que realmente somos.
Por
medio de nuestro cuerpo espiritual, nos movemos, pensamos y vivimos; ya que, nuestro espíritu es la esencia Divina,
o sea: el Dios Padre de la comparación tripartita que estamos haciendo.
Acostumbrados como estamos de usar la materia con sus cinco
sentidos, al ya no poder hacer uso de ellos; por la muerte, quedamos exactamente igual que
cuando estamos soñando, y poco a poco nuestro cuerpo espiritual, se va dando
cuenta de la separación de la materia.
Nacer y morir es lo mismo, pero en
diferentes circunstancias; veamos cómo. Cuando nacemos, en este mundo material,
siendo bebés, no comprendemos nada: estamos “soñando”, y lo podemos constatar
con un niño recién nacido, ya que, ríe y mueve sus ojitos, igual que como lo
hacemos los adultos cuando estamos soñando.
El recién nacido poco a poco se va dando
cuenta y va aprendiendo mediante rutinas diarias, a vivir materialmente. Su existencia anterior la olvidan, así como
nosotros olvidamos los sueños, después de despertar.
Eso mismo nos pasa cuando morimos.
Espiritualmente, nacemos en ese mundo de vida diferente, y poco a poco nos
vamos dando cuenta de ese mundo espiritual, en donde también rigen normas de
conducta, con sus diferentes necesidades;
y así, ir obteniendo constantemente experiencias, que vamos uniendo a las de
nuestros semejantes, para que todos juntos, cumplamos con la misión de
purificar al espíritu, que por mandato divino, recibimos de esa mente
universal, a quien conocemos con el nombre de Dios.
Ahora, ya que mi tema está originado por la
palabra “Esoterismo”, veámoslo desde ese punto de vista; dice el diccionario:
“esotérico es lo oculto, secreto; aplicase a la doctrina que los filósofos de
la antigüedad, no comunicaban sino a algunos de sus discípulos.
Yo pienso que en la vida no hay nada
secreto ni oculto, y si algo no lo entendemos, es por ignorancia. La palabra esoterismo, ha dado motivo a que
muchos vividores la utilicen para engañar a la gente ingenua, que se deja
sugestionar hasta el grado de ver, oír y sentir, cosas que sólo son producto de
su imaginación descontrolada.
Para poder desarrollar facultades
“psíquicas”, o lo que es lo mismo: espirituales; se necesita una limpieza
estricta de nuestro cuerpo material y espiritual, reuniendo todas las
cualidades de amor a Dios y a nuestros semejantes.
Nadie puede ejecutar actos divinos, que
únicamente pertenecen a almas puras y mentes sanas. Sólo Jesucristo tuvo esa
gracia, y convertía el agua en vino, multiplicaba la comida, hacía ver a los
ciegos y hasta revivía a los muertos. Eso es el verdadero esoterismo, y no la
provocación del sueño hipnótico de la ciencia, y la imposición de sugestiones,
para dominar la voluntad de nuestros semejantes; que muchos estafadores
utilizan con las palabritas de: parapsicología, cibernética, paranormales, radiestesia
y un montón de nombres adaptados para impresionar a los ingenuos.
Ninguno de estos farsantes ha demostrado
un efecto realmente espiritual, todo en este aspecto es mentira, por falta de
conocimientos y experiencias. Las cualidades espirituales del ser humano, sí
están a nuestro alcance; pero para poderlas ejercer, primero debemos comprender
las ciencias de convivencia humana, para dar motivo a desarrollar nuestra
fuerza espiritual.
Vamos a combatir las injusticias que se
cometen con los débiles; vamos a liberar a los adolescentes de los vicios;
vamos proteger a los niños, a los ancianos y a los animales, de peligros; vamos
a trabajar honradamente y ayudar a los pobres. Principalmente, vamos a pregonar
el amor a Dios y a nuestros semejantes… Ese es el verdadero estudio de las
ciencias ocultas, que muchos ignorantes han confundido con los dizque
“fenómenos” llamados esotéricos.
El título de esta plática es “Verdad y
mentira del Esoterismo”. Ya expuse mis razonamientos en lo referente a la
mentira; ahora diré algo sobre la verdad. Nuestra mente, que es regida por
nuestro espíritu, tiene facultades indescriptibles, para que puedan ser usadas
por nuestra mente y cuerpo material, como: desdoblamiento del cuerpo
espiritual, la transmisión de pensamiento, la curación carismática, adivinación
del futuro… en fin, facultades divinas que es imposible de obtener, en un mundo
donde reina la ambición por los poderes materiales, el egoísmo, la mentira, los
vicios, la degeneración sexual… y, principalmente, la falta de amor a Dios y a
nuestros semejantes.
Profr. Eladio Alvarado Ávila
Quen habla sobre la realidad o falsedad del esoterismo lo hace bajo su suposicion,igual que el que idolatra a falsos gurus,es como los seguidopres de ese estafador llamado Lain garcia calvo,el "enseña" a hacer abundantes de dinero y amor a sus seguidores,luego preguntas a sus segudores y te dicen ya pasado un tiempo que aun no son millonarios pero que pronto lo seran,y asi sigue el pez que se muerde la cola...para hablar de esoterismo,hay que saber de lo qe se habla si es que alguen lo sabe,no afirmar cando se supone,eso es peligroso y contraproducente
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