ATENEO DEL ESPÍRITU
(CASO
VERÍDICO)
El Ateneo
del Espíritu se formó con un grupo de personas, estudiantes de temas
espirituales. Corrían los años 1950, y en la casa jardín del señor Juan Presno,
que estaba en la 18 poniente, lo que es
ahora el mercado y lo que fue también fábrica de refrescos del señor Pando. Ahí
nos reuníamos para platicar científicamente nuestros temas. Y logramos tener
contacto, por medio de comunicación mental, con seres desencarnados. Este grupo
fue fundado por el sabio don Juan Presno y el Profr. Eladio Alvarado Ávila, el
año de 1955, formando un grupo de 8 ó 10 amigos que acordamos llamar al grupo:
Club San Albán; y tuvo su origen cuando en las pláticas teosóficas,
comentábamos sobre las tantas teorías que hay en la transición del ser humano,
cuando el espíritu se libera de la materia a la hora de la muerte.
Con tales
inquietudes, nos propusimos investigar, hasta donde nunca se ha hecho, ya que
ni la religión, ni estudios científicos han dado una razón lógica que sea
aceptada. Juanito le dijo a su amigo Eladio: hermano, además de estar ya viejo,
me siento muy enfermo y sé que ya pronto me iré de este mundo; y, como nos
hemos propuesto investigar nuestra teoría de que se "vive" después de
la muerte, cuando yo me muera, lucharé tenazmente en comunicarme contigo, para
que nuestro propósito de investigación espiritual se haga efectivo.
Aunque
posteriormente tuvieron pláticas de aspecto filosófico, no fue sino hasta pasados
muchos meses, en que Juanito se agravó, y unos días antes de morir, le dijo a
Eladio: recuerda bien lo que te prometí, nos comunicaremos después de mi
muerte.
Así siguió
corriendo el tiempo; días, meses y hasta un año, por lo que Eladio se convenció
que habían fracasado en su intento, y que con la muerte se acaba todo. Pero, un
día en que se encontraba en su laboratorio de fotografía, totalmente a obscuras
revelando una película, pensó; este silencio y esta oscuridad, me hace recordar
a Juanito, porque se asemeja al silencio de la tumba. Y sucedió lo inesperado, la luz del foco se
prendió y se apagó instantáneamente, tan rápido fue, que no afectó a la
película. Su sobresalto le hizo sentir un escalofrío y emoción muy agradable:
"Juanito se había comunicado con él", pero, desconfiado, empezó a
investigar y descubrió que el foco estaba flojo y que con la más leve vibración
podía prenderse, por lo que dudó de la comunicación con su amigo Juan.
Olvidó el
incidente, pero a los tres días, soñó a Juanito que le decía: "tú bien
sabes que, materialmente, es imposible que me comunique contigo; sin embargo,
ya logré darte una prueba, el foco lo prendí yo, pero no podré volverlo a
hacer; tú tienes que pensar en mí, y con el pensamiento únicamente podremos
estar en contacto. Pon una silla frente a ti, y visualízame; mientras no logres
verme mentalmente, no podremos platicar”. Este sueño le pareció como todos, una
fantasía de las tantas que soñamos noche a noche; sin embargo, pensó, nada
pierdo con intentarlo, aunque por pura sugestión me imagine que estamos platicando.
Y, así fue como, Juanito, le dijo en un contacto mental: "ya logramos la
verdadera comunicación de los vivos con los muertos; tú y yo, ya estamos
platicando y así, lo podrás seguir haciendo con los demás seres desencarnados,
que yo he reunido para formar un centro de estudios que llevará el nombre de
Ateneo del Espíritu".
Juanito y
Eladio, ya no dejaron ni un día en estarse platicando de pensamiento a
pensamiento, o lo que es lo mismo: de espíritu a espíritu.
Ahora sí
ya sabemos, qué pasa después de la muerte; pues, esta fue la primera lección
que recibió Eladio, de los seres que componen el Ateneo del Espíritu. Una tenue
silueta, ocupando el asiento en donde uno y otro se veían, con el pensamiento,
le dijo lo siguiente: "El ser humano está compuesto de cuerpo material y
cuerpo espiritual; en cada uno de los átomos que lo componen hay dualidad, uno
se puede ver, pero el otro es invisible; y así, los muchos millones de átomos
que forman el cuerpo; por lo mismo, al estar Íntimamente unidos, el cuerpo
físico se puede ver, pero el espiritual es invisible. Cuando se “muere”, los
átomos visibles, por ser materia, pierden su movimiento, pero los invisibles
siguen recibiendo órdenes del espíritu y por tanto, se sigue “existiendo” pero
sin requerir de las necesidades materiales.”
Para el
cuerpo espiritual, empieza una nueva vida, y sus sentidos son otros; por lo
que, puede entrar en contacto con espíritus desencarnados, sin que entre ellos
haya habido lazos familiares, sino que actúan como guías, para encausarlo en
sus nuevas necesidades. Los cinco sentidos del cuerpo material, se pierden, y
despiertan nuevas sensaciones carentes de egoísmos y codicias; no hay dolor
alguno y se incrementan los sentimientos de un amor puro y desinteresado para
todos los seres.”
Así como
en el mundo material, así sucede en el espiritual: se “nace” y hay leyes, hay
autoridades y hay obligaciones; y así como es la evolución de los humanos, así
mismo se evoluciona en el mundo espiritual. Todos los seres desencarnados
prosiguen su evolución, bajo otras normas de conducta, que son vigiladas por
espíritus muy evolucionados.”
Esta enseñanza
le fue transmitida a Eladio mentalmente, en el Ateneo del Espíritu, para
orientación del ser humano, sobre lo que es la vida espiritual, después de la
muerte material.
Juanito
fundó este Centro de Estudios en el mundo espiritual, y ya trabajan varios
seres invisibles, que están buscando que los humanos comprendan, que el cuerpo
espiritual es lo único que tiene valor, y que el cuerpo material es el
complemento para la evolución de la humanidad en el mundo.
¡No hay
que temerle a la muerte!, ya que ella nos libera de esta prisión material, que
por culpa del cuerpo físico, nos incita a cometer los pecados terrenales. Al
morir el ser humano sigue siendo el mismo, nada más que invisible y sin las
facultades de los cinco sentidos, y por ello, no sufre por la separación del
cuerpo material. El cuerpo espiritual nunca se acaba, sino que se purifica al
contacto de mentes superiores que rigen al universo por mandato divino.
Amable
lector, que te enteraste de esta narración, si quieres conocer la esencia de tu
cuerpo espiritual, poco a poco imagínate que ves a la persona deseada, y con el
pensamiento, comunícate con ella; ya verás que inconscientemente, sentirás su
presencia espiritual.
Profr. Eladio
Alvarado Ávila